El nombramiento de Libby Line como primera mujer obispa de la Iglesia de Inglaterra, institución con más de 500 años que data de la época de Enrique VIII, es una excelente noticia, un acontecimiento histórico de valor excepcional en la larga e incesante lucha de la mujer por conquistar un lugar y una consideración social igual a la del hombre.
El Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, expresa : “Estoy absolutamente encantado de que Libby haya sucedido al Obispo Rober Atwell como Obispo de Stockport.”
Es extraordinario que esta iglesia, de cinco siglos de antigüedad, haya aceptado la ruptura de ese “techo de cristal”, invisible pero muy presente en la mayoría de las cúpulas de poder de las organizaciones actuales.
Lo extraordinario de este mensaje social es que la mujer sea considerada como una líder espiritual visible en un ámbito reservado hasta ahora al hombre y que se considere que su criterio, pensamiento y consistencia sean oficialmente tan válidos como los de éste. Sigue leyendo